sábado, 20 de septiembre de 2008

XIII Festival de la Huasteca en Xilitla S.L.P. - Parte 2: El rostro de Don Laco

El Festival de la Huasteca coincidió con las fiestas patronales de Xilitla, por lo cual el pueblo estaba lleno de comerciantes, cohetes, gente de muchos lados, pero sobre todo de música.

Subimos por las empinadas calles de Xilitla abriéndonos paso entre la multitud que compraba, corría, reía, cantaba… todo era fiesta. Por fin llegamos a la plaza central y ya estaban los bailadores golpeando el entarimado con sus tacones, era algo impresionante para alguien que como yo, nunca había ido a un Festival de la Huasteca. Pero incluso creo que aquellos que acostumbran ir al Festival nunca dejarán de sorprenderse.



Yo estaba ansioso por conocer a Don Laco. ¿Como sería ese hombre con el cual habíamos estado trabajando sin conocerlo físicamente?, ¿Cómo sería ese hombre que tocaba el violín en todas esas fotos que nos facilitó Aidee para diseñar el disco?. Gina ya conocía a Don Laco, así que entre ella y Aidee me formaron una idea mental de lo que era y representaba Don Laco para el huapango.



Aquí junto a Aidee (productora de los discos) momento antes de la presentación del Trío Colatlán.

Nos acercamos al escenario donde habíamos quedado de reunirnos con Aidee, un hombre ya grande, de sombrero y camisa rosada, venía detrás de ella: era Don Heraclio. Tener frente a mí a ese hombre al cual había visto en tantas fotografías, que por tantas horas había escuchado el sonar de su violín en grabaciones y al cual en una fotografía le había puesto humo dibujado para acompañar su cigarro, fue una experiencia sumamente emocionante.

Me presentaron a Don Laco y él me extendió su mano firme y sincera, Aidee le dijo que yo había participado en el diseño del disco, él me dio las gracias. No hubo mucho tiempo para platicar, solo unas cuantas fotos antes de que fueran llamados a la parte trasera del escenario. Estaban por subir a tocar en su primera presentación dentro del Festival.



Gina y yo junto a Don Laco antes de que subiera al escenario.


Luego de conocer a Don Laco tuve ocasión de observar todo lo que sucedía a mi alrededor: había muchísima gente bailando sobre el entarimado, con sus trajes tradicionales y con la sonrisa de quien disfruta la música que tanto ama. Tríos de huapangueros aparecían por aquí y por allá. No todos subirían al escenario dentro del programa oficial, algunos lo harían fuera de las presentaciones anunciadas y otros más, simplemente los encontraríamos trabajando en las calles, los restoranes y las cantinas donde habría mucha demanda de su música.



Trío de experimentados huapangueros descansando luego de su presentación en el Festival.


Trío proveniente de Tamaulipas con su indumentaria tradicional de la región.

Huapangueros de todos colores, de todos los estilos, famosos o anónimos, fogueados en las cantinas o fogueados en la tradición, de San Luis Potosí, de Veracruz, Hidalgo, Puebla, Queretaro, Tamaulipas y hasta del D.F.


Trío Alma Xilitlense preparandose para subir al escenario.

Por fin se anunció la presentación del Trío Colatlán, hubo muchas palabras bellas hacía Don Laco y el Trío, pero de plano Don Laco moría de impaciencia por hacer sonar su violín y ya no dejo que los presentadores terminaran su discurso.


Don Heraclio Alvarado en el Violín.
Así comenzó el Trío Colatlán su presentación en Festival: Rodo con su jarana y Hugo con la quinta huapanguera cantaron varios temas tradicionales al lado de Don Laco que se veía felíz y entero, temas incluidos algunos en el disco “Lacostumbre, Sones de Carnaval” y otros del disco “Memorias de la Tradición Vol. 2”.



Hugo Fajardo en la quinta huapanguera. ¡Dale cuñado!


Rodolfo González en la jarana. ¡Eso!



El público bailó encantado durante la presentación del Trío, que luego de casi una hora dejó el escenario para dar paso a otros tríos de huapangueros. Hubo aplausos, porras, abrazos y muchas, muchas sonrisas. Se anunció la presentación de los nuevos discos del trío para la siguiente noche.



El público asistente felíz bailando con sus trajes tradicionales.

Don Laco no se quería ir, quería seguir tocando, sin embargo cuando hubo bajado del escenario y atendido a algunas personas que se acercaron a saludarlo me dijo en tono confidencial: “Ya me quiero ir a dormir güero”. Pero más tardó en decirme eso que en saludar a nuevos conocidos, brindar con otros o poniéndose de acuerdo con otros musicos para seguir tocando en otro lugar.

Excelente primera presentación del Trío en Xilitla. Don Laco felíz decía que en ese momento era de Xilitla.

Ese era Don Laco, un hombre ya de avanzada edad, correoso, cuyo cuerpo le pedía descansar luego de un día agotador, pero que por otro lado sus pies y su corazón le pedían seguir en la fiesta.

Y como siempre, Don Laco siguió a sus pies y a su corazón. El violín siguió tocando.

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