Peña Tecuicanime
Desde que nos estacionamos ya podíamos escuchar el sonido del violín, la jarana y la quinta huapanguera. Había comenzado a tocar el Trío Colatlán.
Don Laco con Don Eugenio Sánchez y un miembro del trío Estampa Huasteca.
Y así el trío Colatlán deleitó a la audiencia con algunos de los temas contenidos en los nuevos discos "Memorias de la Tradición Vol. 2" y "Lacostumbre, Sones de Carnaval". No pasó mucho antes de que la audiencia se parara a bailar aún con las limitaciones de espacio que existen en el lugar, todos se supieron acomodar y se hicieron un huequito para poder bailar el huapango.
Don Heraclio Alvarado, Rodolfo González y Hugo Fajardo.
Con Don Laco en el violín, Rodolfo en la jarana y Hugo en la guitarra quinta por más de una hora todos bailaron tanto sones de carnaval como huapangos. Era la primera ronda del trío.
Hugo Fajardo en la quinta huapanguera.
Don Laco con su inseparable violín explicandonos sobre los Sones de Costumbre.
Rodo y su jarana felíz con la fiesta que se armó en la Peña.Cuando terminó de tocar el Trío Colatlán hubo espacio para que comieramos los molletes y café que se nos habían prometido desde que el evento fue promocionado. Con todo, los molletes volaron pues todo el público asistente quería seguir bailando. La fiesta continuaba, ahora con la música del trío "Estampa Huasteca".
Aidee y Gerardo dandole al huapango.
El Trío Estampa Huasteca.
Aidee y Gina disfrutando de los molletes, el cafecito y la musica del Trío Estampa Huasteca.
Los huapangos se iban enlazando con algunas palabras de nuestro anfitrión ó algunos versos, como los declamados por el jóven decimista Ulises Trejo. También nuestro amigo Gerardo Ayala no perdió oportunidad de cantar algunos versos sobre la marcha. Es realmente impresionante la habilidad que tienen para ir armando las décimas. Cuando alguien me pregunta como se arman los versos, siempre me remito a la película "8 mile" en donde Eminem interpreta a un rapero que compite en duelos de hip-hop. Pues bien, es algo similar, no siempre se entabla una batalla verbal directa entre los versadores, a veces la dificultad radica en continuar el tema que se esta siguiendo. Pero a diferencia de las guerras de raperos, el huapango en sus décimas sigue estrictas reglas que complican mucho más su elaboración, por lo cual deberíamos llamarles ¡maestrazos!
Gerardo Ayala improvisando algunos versos con el Trío Colatlán.
Al final todo era una fiesta donde unos y otros participaban, subian y bajaban músicos, se hacían décimas y se bailaba. Todos estabamos contentos con esa noche en la cual sonó el huapango en la Ciudad de México. El Trío Colatlán todavía tocó otra ronda antes de que se fueran mezclando los tríos y continuaran los versos.
Don Laco en el violín, Rodolfo en la jarana y Hugo en la quinta huapanguera.
Luis y Elisa entrandole a los molletes. Muchas gracias a todos los que nos acompañaron en la Peña.
La música terminó y todos querían seguir bailando, pero nos quedaba como consuelo que, al otro día el Trío se presentaría en el Museo de las Culturas Populares en Coyoacán junto al Trío Los Brujos de Huejutla en la segunda presentación que daría el Trío en el Distrito Federal.
Así, todos nos despedimos para vernos al día siguiente. Sin embargo algunos siguieron la fiesta, y como era de esperarse Don Laco parecía el portavoz de las pilas Duracell porque siguió y siguió tocando toda la noche.
Gina, Aidee, Don Laco, Rodolfo, Hugo y yo al salir de la Peña. Y Don Laco como la fresca mañana.
Agradecemos a todas las personas que nos acompañaron en "La Peña" todo el cariño que le demostraron a Don Laco y todo el apoyo que le han brindado a este proyecto del Trío Colatlán, de verdad muchas gracias. Y a descansar porque al otro día seguía la huapangueada.
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