Fuimos invitados al Festival de Huasteca realizado en Xilitla por nuestra amiga Aidee Balderas, pues ella quería que todos los involucrados en la realización de los discos del Trío Colatlán: “Lacostumbre, Sones de Carnaval” y “Memorias de la Tradición Vol. 2”, estuvieramos el día de su presentación.
Para llegar a Xilitla teníamos que viajar entre 8 ó 9 horas, todo el mundo nos recomendaba el camino por Querétaro que se supone es más rápido y que luego toma hacía Tamazunchale. Yo insistí mucho en tomar otra opción, tomar la carretera México – Pachuca, pasar por Actopan, Ixmiquilpan y Zimapán para luego seguir rumbo a la sierra de Hidalgo y San Luis Potosí hasta llegar a Tamazunchale. El motivo de que pocas personas se animen a tomar esa carretera se debe a la constante neblina, los deslaves, sus curvas cerradas y los voladeros, muchas personas han perdido la vida en esa carretera. Pero después de todo era la carretera que había cruzado decenas de veces durante mi infancia, la carretera que llevaba al Tamazunchale de mi abuela materna y de mi madre.
Después de convencerlos de que era el camino más rápido y tenía unas hermosas vistas salimos del D.F. hacía el medio día. El camino hasta Zimapán fue bastante rápido ya que el gobierno del Estado ha construido bastantes tramos de carretera con lo cual se evita pasar por el congestionamiento de varias poblaciones que han crecido mucho como Actopan o Ixmiquilpan. Así nos ahorramos bastante tiempo.
Dejando Zimapán ya podíamos ver a lo lejos las montañas envueltas en la neblina. Al ir subiendo la sierra el paisaje desértico se fue transformando en un paisaje boscoso lleno de pinos a un ambiente exuberante lleno de árboles de todo tipo y helechos.
La carretera me trajo muchos recuerdos: pasar por Trancas (donde antes había un señor que hacía una excelente barbacoa), la Barranca de los Mármoles con sus misteriosos pájaros azules, la Encarnación (y su vino de manzana clandestino) y Jacala (en donde nos deteníamos a que se me pasara el mareo y a comprar paletas de hielo) fue algo maravilloso. Cada ocasión lo es.
Al acercarnos a Tamazunchale los nombres de las pequeñas poblaciones se fueron haciendo más y más conocidos, Tamazunchale nos recibía con su calor, su olor a hojas húmedas, a frutos fermentados… y hay tanta gente, ha crecido bastante.
Pasando por el boulevard pude ver rápidamente todos aquellos lugares que formaban parte de la historia familiar: la escalera de la iglesia a la cual asistía mi mamá y la casa desde la cual mi padre la miraba bajar todos los domingos, la casa del tío que tenía un jardín con unos enormes zapotes y que ahora es una universidad, el camino que recorría con mí Tío Leandro en bicicleta, el crucero, el camino a casa de mi abuelita… me hubiera gustado parar y caminar por todos esos lugares, ver que había cambiado y que cosas seguían igual, pero todos teníamos prisa por llegar y ver tocar al Trío Colatlán.
Pasando por el boulevard pude ver rápidamente todos aquellos lugares que formaban parte de la historia familiar: la escalera de la iglesia a la cual asistía mi mamá y la casa desde la cual mi padre la miraba bajar todos los domingos, la casa del tío que tenía un jardín con unos enormes zapotes y que ahora es una universidad, el camino que recorría con mí Tío Leandro en bicicleta, el crucero, el camino a casa de mi abuelita… me hubiera gustado parar y caminar por todos esos lugares, ver que había cambiado y que cosas seguían igual, pero todos teníamos prisa por llegar y ver tocar al Trío Colatlán.
Tomamos por el puente de hierro y pasamos por el mirador conocido como el balcón en donde cuenta la leyenda mis padres se iban a echar novio (aunque ellos lo nieguen) desde donde se tiene una hermosa vista del río.
Por fin luego de mucho preguntar llegamos a Xilitla donde los puestos de feria, la gente y un trafico abundante nos anunciaba que habíamos llegado al Festival de Hupango. Al final fue un viaje sin contratiempos y en el cual tuvimos oportunidad de apreciar vistas impresionantes de la Sierra.
Si usted amigo lector no conoce la Sierra que lleva a Tamazunchale hágalo, no se arrepentirá, ahí Dios realmente se detuvo un ratotote.
Foto del afamado "Chanoc de las Huastecas" en el Balcón, lugar cercano a Tamazunchale.
Muy pronto publicare las siguientes partes sobre las presentaciones del Trío Colatlán en el Festival de la Huasteca, sobre Xilitla y sobre las presentaciones que tuvo el Trío en la Ciudad de México, sobre los Sensontles de Huauchinango Puebla, los Brujos de Huejutla y los Nahuales... y es que tomamos tantas fotos que hay que ponerse a escogerlas y hacer un texto que quede a tono.
Mucha suerte a Aidee y al Trío Colatlán en su presentación del día de hoy en Cuernavaca. Yo parto rumbo a Zimapán con mi primo Diego (Ironman) de donde prometo traer más imágenes maravillosas. Gracias por sus comentarios y todo su apoyo.
4 comentarios:
Así es Tamazunchale?? Chale, yo quiero ir...
Bueno queridisimo maestro, la verdad es que Tamazunchale es más hermoso en mis recuerdos que en la realidad, el pueblo ha crecido mucho y es una olla de calor por el pavimento y lo apretado que esta todo, pero debe quedar algo, eso quiero creer, quiero creer que aun esta el río, las pozas, la lluvia, los sapos... más bien le recomendaria conocer la huasteca, Xilitla me parecio hermosisima.
Gracias por el comentario, me anima a seguir escribiendo. Un abrazo.
Querido Ahui el blog está bellisismo y nos gusta mucho el lenguaje que usas. El viaje por la huasteca fue hermoso prepárate para conocer Colatlán. Las presentaciones salieron muy bien,estamos agotados pero valió la pena el trabajo. Muchas gracias por tu apoyo en cada una de las presentaciones.
A seguir dándole. Cuando regreses de Zimapán me avisas para reunirnos.
Besos y abrazos
Aidee
Hola,
Mi novio y yo vamos a ir a Tamazunchale la próxima semana (en una ruta para ira Cd. Valles). No conocemos pero tu blog recomienda tomar la carretera más peligros, vale la pena?
gracias por la ayuda
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