Al ser las áreas de los talleres muy distintas entre sí, ya que existen talleres largo, anchos, de una o dos plantas, la creatividad al hacer uso del espacio es esencial, de esta forma los equipos se las tuvieron que ingeniar con el espacio disponible y con los materiales juntados. Así mientras en algunos talleres se inclinan por ofrendas muy tradicionales, representativas de algunas zonas de nuestro país, otros talleres deciden hacer ofrendas-instalación que resultan también bastante interesantes. Fue el caso del taller de Esmaltes en donde utilizaron hojas de maíz, botellas de alcohol, aserrín, tierra, craneos de unisel y flores de cempazúchil para crear una ofrenda muy original que se salía del taller hasta llegar a su mural.
El uso de materiales relacionados con cada taller queda bajo la decisión de los participantes, ya que mientras para algunos talleres es sumamente facil hacerse de la materia prima necesaria, para otros es casí mposible realizar la ofrenda con los materiales que usan en taller, por su costo o la dificultad de estos.
El taller de metales como cada año presentó una ofrenda en la que se veía a simple vista una gran cantidad de trabajo, muy depurada y sobria. Todos nos preguntabamos que harían luego de presentar el año pasado un cuadro de la Virgen de Guadalupe hecha por completo en metal. Al final esta ofrenda se llevó el primer lugar.
En Ebanistería se hizo una representación de un panteón con una tumba en la que se mostraba el nombre del director, a manera de broma, por la culminación de su periodo en la dirección de nuestra escuela, un abrazo al maestro Santiago.
Ofrenda del taller de Joyería.
Ofrenda del taller de Estampado.
El taller de Estampado tomó el espacio de las jardineras frente a su taller he hizo una instalación en la cual se podían ver varias calaveras en plena fiesta, mientras las paredes tenían también varios dibujos de calacas muy semejantes a los de José Guadalupe Posada.
La escuela se llenó así de ofrendas y murales dispersos en varios espacios de la escuela, y si bien la comunidad estaba muy contenta por el esfuerzo y los resultados obtenidos, la verdad es que fue un error de programación el calificar los murales a las 4 de la tarde y esperar a calificar las ofrendas a las 7 de la noche porque al final mucha gente se desesperó y mejor decidió retirarse, al final cuando los jueces pasaron a calificar las ofrendas ya había muy pocas personas de la escuela. Esperemos que este aspecto se mejore para el próximo año cuando se vuelva a realizar el concurso.
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