El pasado 29 de Julio se presentó en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento de la Ciudad de México como parte del Festival de Noches de Verano en el Centro Histórico la antología para canto y laud de los siglos XIII al XVIII, "El Jardín de las Delicias". En esta presentación intervinieron Rita Guerrero en la voz, Manuel Mejía en el laúd y Josafath Larios en las percusiones.
El repertorio de este concierto presenta abarca obras de cinco siglos que se podían escuchar en las calles de la Nueva España. El recorrido inició con la cantiga medieval y las canciones amorosas de influencia oriental cultivadas en territorio hispánico por árabes y judíos, y continua con obras recopiladas de la España del siglo XVI dedicados a la canción llamada profana (amorosa y burlesca).
El recorrido termina con piezas de hispanoamerica de carácter evangelizador, de los tipos conocidos como motete y villancicos, los cuales incorporan elementos rítmicos, armónicos, melódicos y lingüísticos.
Fue muy agradable ver a Rita Guerrero y a algunos de los integrantes del Ensable Galileo luego de muchos años de no poder verlos en vivo. Además, que esta presentación se realizara dentro del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, le dió un ambiente muy especial, pues el edificio es muy poco conocido y es más bien ubicado por todos, por las protestas que se presentan frente a sus puertas. Esto cambia bastante la imágen del lugar y permite que los ciudadanos conozcan mejor los recintos del Centro Histórico.
Ojalá en un futuro cercano pudiera haber una reunión de los integrantes de Santa Sabina, se les extraña bastante en la escena musical. Mientras caminaba por el centro recorde todos los conciertos a los que asistí cuando presentaban sus discos. Pero tal vez el que más fresco tengo en la memoria fue aquel en la Plaza de Santo Domingo, atrás de la Catedral cuando ya estando en la Universidad me junté con mis amigos de la Preparatoria: Chaowah y Taz para poder ver a Santa Sabina en vivo y bastante cerca. Aquella noche fue inolvidable porque prácticamente estabamos en primera fila y podíamos ver el blanco rostro de Rita con sus sombras oscuras elevando su voz en la noche. Chaowah y Taz intentaron hacer el slam, al Taz no le fue tan bien, el público se abrió.
En aquel entonces llegaron al concierto grandes grupos de punketos y darketos, por lo que parecía que la música de Santa Sabina había despertado a los vampiros y todas las criaturas de la noche. Todos esos rostros enmarcados por la plaza con sus edificios viejos y sus arcos es una imágen que se ha quedado grabada en mi memoria.
Mientras me acercaba al metro para dirigirme a mi casa, sonreí al recordar haberle gritado a Rita en aquel concierto: ¡Rita quiero un hijo tuyo!. Y es que aún parece que Rita Guerrero esta hecha de la misma materia de la que está hecha la noche.
Saludos a los Moyaos y Rose por acompañarme en ambos conciertos. Y un saludo también al Chaowah y al Taz donde quiera que la vida los halla llevado.
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