domingo, 24 de enero de 2010

Yo no olvido al año viejo...

El año 2009 ya se fue y con el llega un año 2010 lleno de desafios imposibles de evitar. Quitamos los arreglos navideños y nos preparamos a enfrentar este año lo mejor que podemos.


El departamento del Distrito Federal desarmando un nacimiento monumental en la Alameda.
Este año hice algunos arreglos navideños para mis amigos y conocidos pero creo que fue demasiado tarde pues muchos ya no tuvieron tiempo de imprimirlos y recortarlos, pero bueno, les sirven para el próximo año.



Muchos dicen que este año estará plagado de levantamientos sociales contra el gobierno, porque es un año que coincide con los levantamientos armados del Movimiento de Independencia de 1810 y el Movimiento Revolucionario de 1910. Por lo pronto desde el año pasado se comenzó a hacer más notoria la inconformidad de la mayoría de los sectores de la sociedad, entre ellos, el del Sindicato de Electricistas de la hoy desaparecida Luz y Fuerza, ante cuyas marchas se ha desplegado una gran fuerza policiaca.

Pintas del Sindicato de Electricistas afuera del metro Chabacano.
Despliegue de fuerzas policiacas ante una marcha del Sindicato de Electricistas frente a la Alameda.

Pero el año 2009 también nos dejó la experiencia de la Influenza, de su incomprensión por parte del gobierno y la sociedad, y claro, sus estragos económicos que cubrieron perfectamente el alza de precios que sucedía exactamente al mismo tiempo. Las calles se hallaban desiertas, los niños dejaron de ir a clases, los restaurantes cerraron. Muchos hablaban de conspiración e ineptitud. Algunos creímos que estaba mal afrontada y salimos a las calles a trabajar de todas formas. Los que sin duda se beneficiaron, fueron los comercios de comida y bebida en el Estado de México a donde hulleron los habitantes del Distrito Federal.
La enfermedad regresó hacia finales del año y causó muchas más victimas que la primera vez, pero se tomó la decisión de no detener actividades. No tenía ningún sentido hacerlo: el narcotrafico y la delincuencia causarían muchas más victimas que el famoso virus. No por nada al final del año, Ciudad Juárez en el estado de Chihuahua fue considerada como una de las 10 ciudades más peligrosas del planeta, algo inconcebible para un país que oficialmente no está en guerra.

Pasajeros en un microbus con cubrebocas ante la emergencia sanitaria.
Así lucía la Feria de Chapultepec durante la contingencia sanitaria. Ni un alma en los alrededores.
A pesar de todo ello, solo había que voltear los ojos al cielo para maravillarse. Pasan incontables fenomenos a nuestro alrededor y nosotros apenas y los notamos. Este año hubo una luna color naranja, el cielo en los meses de septiembre a noviembre lució maravilloso, se pudo ver la recuperación de algunas especies de árboles que otros años se mostraban muy enfermos como el colorín, y ahora en el invierno cerca de chapultepec se pudieron ver algunas aves migratorias.
Estas son algunas fotografías que pude tomar del cielo durante el año. Solo tienen que poner atención :D
Un avión pasa cerca de un rayo que se escapa entre las nubes cerca de Av. Cuitlahuac.
Una vista desde el Zócalo de la Torre Latinoamericana.
Y luego llegó Navidad, y a pesar de la crisis uno podía ver a la gente llenando las calles comprando regalos con dinero que no tenían. ¿Porque?, porque todos querían tener algo lindo para esas fechas, había pasado lo de la Influenza, todo había subido tanto, todos habiamos tenido que hacer reajustes en nuestros gastos, todo el mundo necesitaba levantarse un poco el animo. Y lo solucionaron comprando cosas :(
Y hasta la fecha sigue subiendo todo. El presidente dice que ya superamos la crisis, pero los aumentos se siguen haciendo patentes en todos los productos. Todos nos quejamos.
Y luego pasa lo de Haití y vemos que a pesar de nuestra situación estamos en la gloria. Pero esto claro, no significa que debamos conformarnos o dejarlo pasar, al contrario, debemos luchar por lo que creemos es justo, hacerlo juntos para que funcione.
Vista del Zócalo durante las fiestas decembrinas. Por la pista de hielo no se podía tener una vista muy clara del alumbrado.

Espero de todo corazón que este año podamos hacer crecer la conciencia de que somos un pueblo fuerte, que nos necesitamos los unos a los otros para que funcionemos como nación, que debemos dejar en el pasado la frase de "el que no tranza, no avanza", de nada sirven el dinero y el poder si no podemos ayudar a quienes tenemos a nuestro lado, tenemos que pensar en que le vamos a dejar a nuestros nietos, sobrinos e hijos. Tenemos que dejarles algo mejor de lo que a nosotros nos heredaron las generaciones pasadas.
Les deseo mucha salud y mucho éxito. Reciban un fuerte abrazo y... ¡Animo!