domingo, 28 de septiembre de 2008

Trío Colatlan - Gira por el D.F. : Peña Tecuicanime

Viernes 12 de septiembre de 2008

Peña Tecuicanime




Desde que nos estacionamos ya podíamos escuchar el sonido del violín, la jarana y la quinta huapanguera. Había comenzado a tocar el Trío Colatlán.

"La Peña" como se le conoce comunmente al lugar, está ubicada en la calle de Tonalá no. 99 en la colonia Roma muy cerca de Insurgentes. Es una casa antigua que ahora es uno de los pocos refugios dentro de esta ciudad donde se puede escuchar huapango. Cuando uno entra al lugar llama poderosamente la atención la decoración: los murales multicolores, y las mesas dispuestas como bancas de escuela, todas en fila mirando al escenario como si fuera el lugar del profesor. Un lugar muy bonito que si no ha tenido oportunidad de conocer debe hacerlo a como de lugar.




Fachada de la Peña en Tonalá No. 99 en la Roma.
Nuestro anfitrion de esa noche fue el Sr. Eugenio Sánchez Aldama conductor del programa "El Chahuiztle" que se transmite por Radio Educación en el 1060 AM, quien nos habló de la trascendencia que representaba el tener a Don Laco y al Trío Colatlán en la Ciudad de México, de la aportación que daban a la fonoteca huapanguera los nuevos discos recién creados por el trío. En fin, creo que fue la voz que resumió más apropiadamente los pensamientos de todos los ahí presentes. Todos estabamos contentos al estar escuchando al trío, era un verdadero lujo traer a Don Laco y a Hugo desde sus lugares de residencia.



Don Laco con Don Eugenio Sánchez y un miembro del trío Estampa Huasteca.

Y así el trío Colatlán deleitó a la audiencia con algunos de los temas contenidos en los nuevos discos "Memorias de la Tradición Vol. 2" y "Lacostumbre, Sones de Carnaval". No pasó mucho antes de que la audiencia se parara a bailar aún con las limitaciones de espacio que existen en el lugar, todos se supieron acomodar y se hicieron un huequito para poder bailar el huapango.

Don Heraclio Alvarado, Rodolfo González y Hugo Fajardo.

Con Don Laco en el violín, Rodolfo en la jarana y Hugo en la guitarra quinta por más de una hora todos bailaron tanto sones de carnaval como huapangos. Era la primera ronda del trío.

Hugo Fajardo en la quinta huapanguera.

Don Laco con su inseparable violín explicandonos sobre los Sones de Costumbre.

Rodo y su jarana felíz con la fiesta que se armó en la Peña.

Cuando terminó de tocar el Trío Colatlán hubo espacio para que comieramos los molletes y café que se nos habían prometido desde que el evento fue promocionado. Con todo, los molletes volaron pues todo el público asistente quería seguir bailando. La fiesta continuaba, ahora con la música del trío "Estampa Huasteca".

Aidee y Gerardo dandole al huapango.

El Trío Estampa Huasteca.

Aidee y Gina disfrutando de los molletes, el cafecito y la musica del Trío Estampa Huasteca.

Los huapangos se iban enlazando con algunas palabras de nuestro anfitrión ó algunos versos, como los declamados por el jóven decimista Ulises Trejo. También nuestro amigo Gerardo Ayala no perdió oportunidad de cantar algunos versos sobre la marcha. Es realmente impresionante la habilidad que tienen para ir armando las décimas. Cuando alguien me pregunta como se arman los versos, siempre me remito a la película "8 mile" en donde Eminem interpreta a un rapero que compite en duelos de hip-hop. Pues bien, es algo similar, no siempre se entabla una batalla verbal directa entre los versadores, a veces la dificultad radica en continuar el tema que se esta siguiendo. Pero a diferencia de las guerras de raperos, el huapango en sus décimas sigue estrictas reglas que complican mucho más su elaboración, por lo cual deberíamos llamarles ¡maestrazos!

Gerardo Ayala improvisando algunos versos con el Trío Colatlán.

Al final todo era una fiesta donde unos y otros participaban, subian y bajaban músicos, se hacían décimas y se bailaba. Todos estabamos contentos con esa noche en la cual sonó el huapango en la Ciudad de México. El Trío Colatlán todavía tocó otra ronda antes de que se fueran mezclando los tríos y continuaran los versos.

Don Laco en el violín, Rodolfo en la jarana y Hugo en la quinta huapanguera.


Como a las 11 y algo de la noche se terminó la huapangueada, faltaron palabras para agradecer a Don Laco y al Trío Colatlán el habernos pasado tan buena noche. Don Laco agradeció a todos los presentes su hospitalidad y su cariño. Ni el cansado viaje ni las más de dos horas tocando parecían haber disminuido la energía de este señor, la verdad uno envidia la energía de Don Laco.

Luis y Elisa entrandole a los molletes. Muchas gracias a todos los que nos acompañaron en la Peña.

La música terminó y todos querían seguir bailando, pero nos quedaba como consuelo que, al otro día el Trío se presentaría en el Museo de las Culturas Populares en Coyoacán junto al Trío Los Brujos de Huejutla en la segunda presentación que daría el Trío en el Distrito Federal.

Así, todos nos despedimos para vernos al día siguiente. Sin embargo algunos siguieron la fiesta, y como era de esperarse Don Laco parecía el portavoz de las pilas Duracell porque siguió y siguió tocando toda la noche.

Don Laco mostrando el cigarro que recien había formado con hojas de tabaco.

Gina, Aidee, Don Laco, Rodolfo, Hugo y yo al salir de la Peña. Y Don Laco como la fresca mañana.

Agradecemos a todas las personas que nos acompañaron en "La Peña" todo el cariño que le demostraron a Don Laco y todo el apoyo que le han brindado a este proyecto del Trío Colatlán, de verdad muchas gracias. Y a descansar porque al otro día seguía la huapangueada.

domingo, 21 de septiembre de 2008

XIII Festival de la Huasteca en Xilitla S.L.P. : El cuarto huapanguero

Todos los grupos musicales tienen sus leyendas, muchas de ellas son falsas y son simples exageraciones de las personas, y unas cuantas son verdaderas. Así tenemos las historias sobre un quinto Beatle que ocupaba la bateria antes de que Ringo Star llegara al grupo, algunos más dicen que sin la aportación de George Martin los Beatles nunca hubieran alcanzado esa exquisitez en su sonido.
Pues bien, hoy en este mi ultimo post sobre el Festival de la Huasteca realizado en Xilitla quiero hacer un reconocimiento público hacia la persona encargada de un montón de cuestiones para que se pudieran producir los discos del Trío Colatlán: "Memorias de la Tradición Vol. 2" y "Lacostumbre"; así como de la organización para que el trío se pudiera presentar en el Festival de la Huasteca, y en días pasados también hicieran algunas presentaciones en el Distrito Federal y Cuernavaca. Es decir, fue en mucho la responsable de que las cosas sucedieran.
Esta abejita trabajadora es nuestra amiga Aidee Balderas.


Aidee afuera de una tienda en Xilitla llamada como ella "la abejita".

Aidee no solo se encargó de buscar los apoyos para que la músicade Don Heraclio Alvarado y el Trío Colatlán llegaran a nuestros oídos, sino que además, ha sido una de las principales responsables de que el trío halla tocado en diversas plazas. Ha promocionado al Trío Colatlán junto a su esposo Rodolfo González (jarana y voz dentro del grupo) en diversos foros, instituciones, estaciones de radio y televisión.
Como buena huasteca de corazón se ha esforzado porque esta música salga del olvido, del estado de abandono en el cual se encontraba, Aidee junto con muchas otras personas amantes del huapango ha intentado que el huapango abandone su estado marginal que lo limitaba a ser escuchado solo en cantinas, a que esta música sea escuchada de nuevo en los escenarios principales de nuestro país.
Y es que el huapango se lleva en el corazón desde niño, por la familia, o por el entorno, se adopta cuando uno lo conoce ya grande y lo lleva en el alma hasta la muerte.
Pequeñita de Hugo Fajardo acompañando a su papá en uno de sus ensayos con el Trío Colatlán.

Este post es solo para que nuestra amiga Aidee sepa que valoramos y tenemos en gran estima su trabajo. Si bien Don Laco, Rodolfo y Hugo siempre están en el escenario recibiendo el aplauso y admiración del público, es también importante que se conozca el trabajo que hay detrás de cada disco, de cada presentación, ese trabajo que a veces poco se ve, ese trabajo sufrido, de andar buscando apoyos y encontrar los medios, ese trabajo que pone todo a tono para que el Trío se presente y todo salga maravilloso, ese es el trabajo que realiza Aidee. Por eso desde este humilde espacio le mando mis más profundas felicitaciones, todo mi apoyo y toda mi energía para que siga con este trabajo tan importante para la comunidad huapanguera.


Aidee y Rodolfo previo a la presentación de los discos en Xilitla.

Muchas gracias a Aidee y a Rodolfo por invitarnos a participar en tan bello proyecto, esperamos que no sea el último y que halla oportunidad más adelante de hacer muchas cosas más. A ambos les mando un abrazo y en nombre de todos los huapangueros les agradezco todo el esfuerzo que le ponen a todo lo que hacen.
Y... ¡Que viva el huapango!

XIII Festival de la Huasteca en Xilitla S.L.P. : ¿Como llegar?

¿Como llegar a Xilitla, San Luis Potosí?

Se localiza a 41 km. de Tancanhuitz por la misma carretera No 85, situado en la Sierra, a media ladera de altísimas montañas por donde escurre el río Tancuilín. Xilitla es famosa por sus pozas y las construcciones surrealistas creadas por Edward James, por sus cascadas, las cuevas de el Salitre y de Tlamaya. Las pozas se encuentran a tan solo 3.5 kms del centro de la población .

Para llegar a Xilitla hay tres rutas principales (en este caso, saliendo de la Ciudad de México):

  • México - Pachuca - Actopan - Ixmiquilpan - Tamazunchale - Xilitla (hacia Ciudad Valles). Son aproximadamente 300 kms.
  • México - Tequisquiapan - Jalpa - Xilitla. Son aproximadamente 300 kms.
  • México - Bernal - Jalpa - Xilitla. Por este camino son aproximadamente 380 kms.


Vista de Xilitla por la tarde cubierta de neblina.
Yo he tomado las rutas 1 y 3. Tomé la tercera ruta el año pasado cuando ocurrió una tragedia dentro de la familia. Se toma una parte de la Sierra Gorda de Queretaro, a pesar de que parece ser más rápida por la autopista en realidad se tiene que tomar al final un tramo de sierra. La vista de la Sierra Gorda es impresionante, es una carretera muy recomendable sobre todo si no te gusta manejar por curvas y cimas elevadas, se hace más tiempo pero es una carretera más recta. A mí me gustó mucho pero no la recomiendo si lo que se desea es llegar a Tamazunchale y Xilitla. Por otro lado, esta ruta ofrece la ventaja de que se puede pasar a conocer la Peña de Bernal y el pueblo del mismo nombre.




Calle de Xilitla cercana a la plaza,como se puede observar hay crecido helechos sobre las casas.

La ruta 1, la que va de México, pasa por Hidalgo y luego sube la sierra hasta Tamazunchale es la ruta que he tomado desde mi infancia. Es la ruta más corta, uno se ahorra 80 kms de camino y no se da tanta vuelta como la ruta que pasa por la Sierra Gorda, dependiendo de las condiciones del camino y el clima uno puede hacer 7 u 8 horas hasta Tamazunchale. Es una carretera peligrosa que no recomiendo para conductores poco experimentados pero que sin embargo tiene unos increíbles paisajes que bien recompensan todas esas horas manejando por curvas. También existe la posibilidad de tomar un autobus desde la central del norte que hasta donde sé, tiene un precio de $190.00 pesos en autobus de segunda. El autobus de primera no estoy seguro pero debe andar por los $260 pesos, por si quieres dejarle las curvas al chofer del autobus. Hasta donde sé, autobuses ADO tiene corridas regulares a Tamazunchale y Valles, pero más vale checar.

Mariposas cortejandose en el camino que lleva a las pozas de Xilitla.

A pesar de la mala fama de esa sierra por su neblina, sus curvas y sus deslaves, puedo asegurarles que no se arrepentirán de haber ido hasta allá. El llegar a la huasteca con sus pozas, sus cascadas, su comida y su música es un precioso premio para tan ardua jornada.


Una de las tradicionales calles que suben y bajan en Xilitla. Para hacer chamorro están excelentes.

Hay autobuses que salen a la huasteca desde la Ciudad de México, Queretaro, San Luis Potosí y Ciudad Valles. La línea más constante son los autobuses Flecha Roja. Sin embargo es muy recomendable ir en carro para poder detenerse a tomar fotos, comprar artesanias y frutas de la región en los puestos que se ponen sobre la carretera, en fin, vale la pena el gasto de llevar automovil. Con un guia Roji de carreteras uno la arma super bien. También existe la opción de trazar la ruta que se desea en la página: http://www.sct.gob.mx/ en donde existe la opción de poner los puntos de salida y destino, la página va marcando las rutas más convenientes.


Una última vista de Xilitla con nubes pachonas cargadas de lluvia. Simplemente hermoso.

Así dejamos Xilitla y la huasteca Potosina, el próximo Festival de la Huasteca se realizará en Hidalgo sin que se conozca aún la ciudad sede, pero estén seguros que por este blog podrán enterarse en cuanto esta información esté disponible.

Espero que esta información les halla sido de utilidad. Feliz Viaje.


XIII Festival de la Huasteca en Xilitla S.L.P. - Parte 5: Los huapangueros se despiden.

Domingo 31 de agosto de 2008: ¡Nos vemos en la siguiente huapangueada!
Cuando nos levantamos Xilitla estaba cubierta por la neblina. Nubes pachonas cargadas de lluvia se arrastraban entre los cerros. Hacía frio y llovia a ratos, sin embargo la música seguía tocando en Xilitla. El pueblo olía a humedad, pero también a enchiladas y cafecito caliente.
Xilitla por la mañana cubierta de neblina.
Si usted va a la huasteca en todos lados le ofrecerán enchiladas, no deje de probarlas, en cada región se preparan de manera diferente, las hay de chile verde, rojas, entomatadas o hasta de chorizo. El plato tradicional de enchiladas se sirve de la siguiente manera según el lugar: se pone un plato largo ovalado sobre el cual se colocan las enchiladas bañadas en la salsa de su elección, encima se les pone quesito de rancho y a veces aros de cebolla. Al lado se pone cecina de res o pollo asado, un montoncito de frijolitos refritos con totopos, ensalada y a veces también papas con chorizo. Acompañelas con un café de olla con o sin leche. Ya me dira usted luego si tengo o no razón.
Un pajarito observa desde las alturas como los huapangueros emprenden el camino a casa.
Ya desayunados nos comenzamos a preparar para el regreso. Por todos lados se podían ver grupos de huapangueros cargando sus maletas e instrumentos musicales. Todos con sus sombreros, algunos cargados con recuerditos para sus casas. Los huapangueros volvían a sus hogares para seguir con sus labores de maestros, comerciantes, albañiles, campesinos, mecánicos, electricistas, ingenieros, licenciados, etc... en fin, regresaban a su vida diaria luego de estar por varios días en esa fiesta que les permitió estar con otros hermanos huapangueros.

Grupo de huapangueros dejando su hotel en Xilitla con sus instrumentos y maletas pequeñas para viajar ligero.

Xilitla despertaba y despedía a los músicos, los locales que vendían pancita esperaban a los huapangueros que quisieran asentar la panza. La plaza se convirtió en un desfile de guitarras, jaranas y violines, abrazos y más abrazos, promesas de próximas huapangueadas.



Los Sensontles de Huauchinango, impecables como siempre, dejan Xilitla. ¡Suerte muchachos!

Rodo despidiendose de un grupo de huapangueros. ¡Ahí luego la seguimos compadre!

Y así caminamos calle abajo para despedirnos de las personas que amablemente nos dieron hospedaje durante el Festival. Uno de plano ya no se quiere ir, uno se enamora de la huasteca y es un amor que según mi padre, nunca desaparece. ¿Y como hacerlo? si uno se queda con la imagen de todos esos techos goteando agua, de las paredes de las casas cubiertas de musgo y pequeñas plantas, de la neblina que se mete hasta el pueblo, de las aves que cantan todo el día, los grillos, todos los insectos fascinantes que uno puede encontrar, la comida, el café, el cariño de la gente a manos llenas, en fin, realmente es dificil dejar la huasteca, siempre lo ha sido y creo que así seguirá siendo.

Rumbo al carro con todo y chivas por una de las calles que baja en Xilitla rumbo a la carretera.

Aidee, Ángel y Gina en un monumento que se encuentra a la entrada de Xilitla.

Por fin tomamos la carretera que conducía a Tamazunchale. Por la ventana entraban todos los aromas de la huasteca. Las nubes cubrían los cerros.

La exuberante sierra que rodea a Xilitla, nos dirigiamos rumbo a Tamazunchale.

Cuando llegamos aTamazunchale, quería llenarme los ojos con todos esos lugares que conocía ta bien, todo está tan cambiado, sin embargo hay algo que perdura a pesar de todo, muy en el fondo. Quize pedirles que pararan un momento, pero la lluvia amenazaba y no queríamos que nos agarrara en la sierra. Ni modo, ya habría otra ocasión para caminar por Tamazunchale.

Dejamos el trópico de la huasteca y nos internamos en una sierra cubierta de coniferas en Hidalgo.

Conforme avanzabamos en la carretera el paisaje comenzó a cambiar de un ambiente tropical húmedo a un bosquede coniferas, hacía frio y el cielo se veía gris. Sin embargo no hubo mayores contratiempos, nos chispeo por momentos, hubo neblina a ratos y por tantas lluvias algunas piedras habían rodado hacía el camino, pero afortunadamente nada malo nos paso y tuvimos opotunidad de admirar la sierra en toda su majestuosidad.



Vista de "La barranca de los marmoles" en hidalgo. Esa parte tiene vistas impresionantes.

Pasamos por todas esas curvas que llevan nombres como "el cantil de la gringa" donde se supone se aparece una mujer que se accidentó hace muchos años y por poblados pequeños encaramados en el cerro que desafían a la gravedad construyendo caminos sobre la ladera de la sierra.

Nuestro huapanguero de plano se durmió luego de varios días de fiesta.

Felices regresamos a casa donde nos esperaban nuestros trabajos y escuelas, nuestra rutina diaria, pero nos quedaba al menos el recuerdo del Festival de la Huasteca, de Xilitla y sus pozas, y claro, de la musica de huapango.

Otra vista de "La barranca de los marmoles en Hidalgo"



Comenzamos a dejar la sierra atrás para llegar a la zona árida de Hidalgo, que por las lluvias se v e verde.




Y pues bueno, aquí se termina este relato de nuestros días por San Luis Potosí, de nuestro viaje al Festival de la Huasteca.

Quedan pendientes aún las fotos de las presentaciones del Trío Colatlán en su gira por el Distrito Federal en la Peña, el Museo de las Culturas y el Centro de Tlalpan. Espero muy pronto poder publicarlas. Saludos a todos los huastecos de nacimiento y de corazón. Por ahí nos vemos en la próxima huapangueada.

¡Y que viva el huapango!, si señor.













sábado, 20 de septiembre de 2008

XIII Festival de la Huasteca en Xilitla S.L.P. - Parte 4: El Jardín Surrealista

Sábado 30 de agosto de 2008: Visita al Jardín Surrealista de Edward James.
“Mi casa tiene alas y, a veces, en la profundidad de la noche, canta…”
Escaleras que llevan al cielo, flores de concreto que se elevan a las nubes...
Luego de dos noches de huapangueada y encontrar fiesta por todos lados en Xilitla, nos dimos tiempo para regresar a las pozas que se encuentran cerca de Xilitla construidas por un inglés llamado Edward James. Hay un camino que pasa a una o dos cuadras debajo de la plaza y que lleva directamente hasta la entrada de las pozas por un camino sin pavimentar rodeado de exuberante vegetación y una vista fabulosa. Había llovido tanto que por todos lados surgían arroyitos de agua cristalina que se perdían entre la vegetación. Me quedé fascinado con los insectos que llenan el lugar y con unas piedras verdes que brillaban por todo el camino y que al secarse se tornan gris claro.
Este chapulin bebé tenía fascinada a Gina. Lo nombro chapulin con calcetincitos.
Esta araña gorda tenía una telaraña impresionante. Encontramos varias en el camino, son fascinantes.

Mis recuerdos de las pozas de Xilitla se remontan a cuando yo tenía unos 10 u 11 años y nos dirigimos a ellas partiendo desde Tamazunchale, donde vivía mi abuelita materna. En aquellos años las pozas estaban semi-abandonadas, las personas del pueblo nos aconsejaban no entrar pues había personas que se dedicaban a robar a los turistas. Aún así mi padre con mi tío Leandro nos llevaron a mis hermanas y a mí a las pozas. En todo el camino no encontramos una sola persona, la selva se había cerrado sobre todo el lugar por lo que pasaba muy poca luz, razón por la cual el agua era muy fría. Luego de un tiempo nos retiramos y nunca más volvimos por aquellos lugares.
Aidee en una construcción que imita las formas del bambú.
Pasado el tiempo, durante la universidad me fui enamorando del trabajo de Leonora Carrington y Remedios Varo. Luego de conocer varios estilos en la pintura, sus obras me parecían salidas de un sueño, el surrealismo se convirtió en la corriente pictórica que me fascinaría hasta el día de hoy. He visitado innumerables veces el museo de Arte Moderno de la Ciudad de México solo para ver sus pinturas y creo que no dejare de hacerlo. Fue al documentarme sobre su obra que di por accidente con las construcciones que Edward James había construído en Xilitla. Yo había estado en aquel lugar muchos años atrás y si bien las construcciones me impresionaron sobremanera, también es cierto que en aquel entonces no contaba con los elementos para darles su justo valor y dimensión. Era un niño que solo quería ir a Xilitla a mojarse, así de simple.

Ahora siendo un adulto, el entrar en las pozas cobró un significado completamente diferente.

Edificios que se elevan sobre la selva y se integran a ella.

Pasando la entrada donde se concentran varios artesanos que ofrecen sus trabajos y del lugar donde se venden las entradas nos internamos en la selva de la que Edward James se enamoró hace más de 50 años.

Ahora con la vigilancia y el mantenimiento que se le da al lugar, uno puede caminar tranquilamente por esas inquietantes construcciones. Hojas, árboles, flores, arcos y manos de concreto se abren paso trabajosamente entre la exuberante vegetación que poco a poco se ha ido pegando a las construcciones, decolorandolas, integrandolas al entorno. No se si esa era la idea original de Edward James pero el resultado es espectacular, pues pareciera que uno esta recorriendo las ruinas de una ciudad milenaria sepultada en el tiempo por la selva.

Arcos y columnas que nos recuerdan construcciones góticas, egipcias...

Ahora por fin luego de muchos años se le está dando su verdadero valor al lugar, y no dudo que conforme pase el tiempo se le vaya valorando más y más hasta incluso convertirse en Patrimonio de la Humanidad. Hay muchas leyendas en cuanto a quien es el dueño actual del terreno, algunos dicen que los herederos de James le vendieron el lugar a un importante ejecutivo de Banamex pero la realidad es que el terreno fue comprado por un grupo de empresarios y el gobierno del estado para su conservación. Lo importante es que el lugar esta abierto al público y se le puede disfrutar en toda su magnitud.

Las pozas de Xilitla rodeadas de vegetación.

Aunque el agua esta muy fría vale la pena meterse a estas pozas de aguas azules.

Edward James nació en el 16 de agosto 1907 en Inglaterra dentro de una familia que poseía una inmensa fortuna. Su padre un constructor de ferrocarriles norteamericano se había mudado a Inglaterra donde contrajo nupcias con Evelyn Forbes una mujer de la sociedad escocesa que estaba ligada familiarmente con el Principe de Gales (que posteriormente sería Eduardo VII).

James fue educado en Eton, Le Rosey en Suiza y The Christ Church en Oxford. A la muerte de su padre hereda 8,000 acres en Sussex. Algunas leyendas mencionan también que recibió su riqueza por parte de un tío que tenía posesiones en África.

Construcciones con argos góticos, formas que simulan huesos de animales...

El joven James siempre se sintió inclinado hacía las artes sobre todo por el surrealismo y las corrientes artísticas de principios de siglo por lo que simpatizó y apoyó a artístas tales como Dalí, Picasso y Stravinsky. Durante toda su vida imitaría y coleccionaría el surrealismo, crearìa fundaciones que impulsaran las artes e incluso se daría a la tarea de imprimir poemas, varios de los cuales fueron publicados, todos ellos de estílo surrealista. Sin embargo por lo que más es recordado es por sus construcciones realizadas en Xilitla.

Formas que imitan al bambú, casas inhabitables, sin paredes, sin techo...
Durante una visita a México se dirige a Cuernavaca en donde conoce a un mesero (en algunas versiones se dice que era un telegrafista) llamado Plutarco Gastelúm que tiene una pequeña casa en Xilitla, San Luis Potosí. Cuernavaca le resulta a James demasiado turística y decide acompañar a este hombre hasta la huasteca, tal vez intrigado por lo que le cuenta Gastelúm.
La selva va apropiandose de las construcciones hechas por el hombre.
James llega a Xilitla en 1945 y de inmediato se siente fascinado con la exuberancia de la región y se da cuenta que ha encontrado algo único. Pero es hasta después de una excursión a las pozas que al secarse al sol un grupo de mariposas se posa sobre su cuerpo, que el decide que ese es el lugar que ha buscado durante tanto tiempo e inicia las negociaciones para comprarlo. Así James se hace de 40 hectáreas de selva dentro de la huasteca potosina.
Un par de gusanos de distinto color sobre la misma hoja.
Inicialmente James planearía construir en el lugar un jardín en el cual reproduciría varias especies de orquideas, pero este proyecto lo abandona luego de que cae una helada en la región que acabó con la mayoría de las orquideas del jardín. Es entonces que decide construirse un zoologico particular con animales endemicos, proyecto que llevo hasta su muerte y que no pudo terminar.
Escarabajo (catarina) de color dorado y motas rojas descansando sobre una hoja. Y Gina, feliz.
En el proceso creador de ese zoológico-jardín, James construíria estructuras por más de treinta años, que imitarían la naturaleza de manera monumental, estructuras que nos recordarían a edificios góticos o egipcios, habitaciones imposibles de habitar, escaleras que llevarían al cielo y un sinnumero de estructuras que se alzarían por encima de la selva y que paradójicamente terminarían siendo absorbidas por esta. La construcción de este lugar le costaría a James alrededor de 5 millones de dólares, los cuales en aquellos años eran una enorme suma de dinero, para lo cual tuvo que verse en la necesidad de subastar algunas de las obras de artistas surrealistas que había adquirido durante toda su vida.

Una bella amazona de ojos color de selva nos sale al encuentro durante nuestro recorrido.

Es hasta el verano de 2007 que la fundación Pedro y Elena Hernández, Cemex y el Gobierno de San Luis Potosí las adquieren por 2.2 millones de dólares y crean el Fondo Xilitla, una fundación que velará por la preservación y restauración del sitio. La idea no solo es volver los jardines a su gloria original, sino también poner a las pozas de Xilitla en el lugar que le corresponde en el mapa del arte mundial.


Cascada en una de las pozas. Algunas formas simulan diques o presas que sin embargo, dejan pasar el agua.



Como estudiante de ebanistería fue muy interesante ver los talleres donde se hacían los moldes de todas las formas del jardín. En lo que se conoce como la carpintería aún se conservan los bancos de trabajo donde se hacían estos moldes, los cuales, cuenta la leyenda, eran tan perfectos, que cuando James quizo hacer algo similar a lo realizado en Xilitla en una propiedad en Italia, los arquitectos le pidieron como condición, que quienes hacían los moldes en México también los hicieran para el proyecto en Italia.

Yo feliz en el camino que lleva a las pozas, ya hacía falta regresar a los caminos.

Lo cierto es que es un lugar que me impresionó muchisimo, llenando mi cabeza de ideas y sueños locos. Pero es que no son solo las construcciones, es el entorno: la vegetación, las cascadas, las pozas, los animales que viven entre las plantas y todo el misterio que envuelve a la figura de quien soñara con ese lugar, un jardín paradisiaco y salvaje en la tierra.

El camino a las pozas es realmente hermoso, uno se va deteniendo aqui y allá con las plantas, los animales y las rocas que va encontrando. Es tan perfecto que uno intenta pasar desapercibido, sin hacer ruido, sin molestar a los que duermen o comen...

Chapulin comiendose una hoja. Guardando silencio se podía escuchar como masticaba.


Por la noche luego de pasar todo el día en las pozas fuimos de nuevo a la huapangueada. El trío Colatlán se presentó por última vez durante el festival. Lo cierto es que había fiesta en el escenario, en la tarima con los bailadores y en las calles donde ya bien establecido el ambiente, grupos de huapangueros se enfrentaban en duelos de versos. Uno ya no sabía si ir a la tarima o quedarse a escuchar estos enfrentamientos que arrancaban risas, burlas, gritos y todo tipo de exclamaciones de la multitud.

En uno de esos grupos de personas nos encontramos a los "Cocuyitos de Colatlán", un trío integrado por una niña y dos niños originarios de Colatlán, Veracruz, que se presentaron dentro del programa oficial luego de la presentación del trío Colatlán. Lamentablemente la batería de nuestra cámara se terminó y no hubo tiempo de ponerla a cargar para la fiesta, por lo que esta huapangueada solo fue conservada en nuestra memoria. Creo que Aidee tiene fotos, tal vez las publique ella más adelante en el blog del Trío Colatlán.

Y si bien la fiesta seguía esa noche y al día siguiente, poco a poco todo iba tomando tonos de despedida. Todo mundo quería disfrutar las horas al máximo, pues pronto el Festival terminaría y todos tendrían que partir. Huapangueros y público se abrazaban tratando de sacarle jugo a la noche.

Xilitla es realmente hermosa, tanto el pueblo como las pozas, uno simplemente ya no quiere regresarse luego de estar en ese paraíso que es la huasteca.

Las pozas están abiertas (hasta donde sé) de lunes a domingo de 10 am a 5 pm, la entrada tiene un costo de $30 pesos de lunes a viernes y, de $50 pesos sábados, domingos y días festivos.